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Cuando uno se imagina una Tierra pasada, su primera visión es la de un planeta ardiendo, con elevadísimas temperaturas, un sinfín de volcanes y ríos de magma circulando por toda la superficie. Pero, ¿alguna vez hubo periodos fríos?

Todos conocemos que durante la historia de nuestro planeta han ocurrido diferentes episodios glaciares, incluso se han realizado algunas películas que tratan la posibilidad de una glaciación en nuestro mundo actual, con consecuencias un tanto catastróficas. Una glaciación, para los más despistados o recién llegados a nuestro planeta, es un periodo de larga duración en el cual baja la temperatura global del clima de la Tierra, dando como resultado una expansión del hielo continental de los casquetes polares y los glaciares. Según esta definición, aún nos encontramos en un periodo glaciar, puesto que permanecen los casquetes polares y Groenlandia como grandes masas de hielo. Sin embargo utilizamos de forma más estricta el término glaciación para referirnos a periodos históricos en los que estas masas de hielo actuales aumentaron su extensión ocupando gran parte de Norteamérica y Eurasia. Actualmente se conocen unas 64 pulsaciones entre periodos glaciares e interglaciares, periodos cálidos, en nuestra última era (Cuaternario, desde hace 2,5 millones de años hasta la actualidad), pero son agrupadas en los siguiente cuatro grandes episodios diferenciando su nombre entre Norteamérica y Eurasia, siendo de más antiguo a más reciente: Gunz/Nebraska, Mindel/Kansas, Riss/Illinois y Würm/Wisconsin. Estas glaciaciones las conocemos gracias a que son las más recientes en nuestro planeta y podemos ver reductos de ellas en todo el Hemisferio Norte o en áreas de montaña.  El nombre de las glaciaciones norteamericanas coinciden con el Estado en el que la masa de hielo alcanzó su máxima extensión. 

Extensión de las masas de hielo en la glaciación Würm o Wisconsin
Pero las glaciaciones no han sido un hecho único del Cuaternario. Por todo el mundo se han encontrado sedimentos de origen glaciar entre estratos de lava cuyo origen se sitúa hace 2200 millones de años. La lava contiene información magnética en sus minerales, indicando, a modo de brújula, la posición magnética que tenía esta lava en el momento de enfriarse. Analizando la lava en la que se encontraron sedimentos glaciares, comprobaron que esta lava se solidificó y atrapó estos sedimentos a una latitud cercana al Ecuador, lo que indica que hubo una glaciación planetaria, a diferencia de los conocidos episodios cuaternarios, en los que los glaciares alcanzaron como máximo la latitud de París. Hubo una glaciación global hace 2200 millones de años pero no fue la única. La segunda glaciación ocurrió hace 800 millones de años, con unas formas de vida mucho más desarrolladas (ya había vida sobre la superficie terrestre). A estos fenómenos de glaciación planetaria se les conoce como Gran Bola de Nieve.

En ambos episodios el hielo ocupó toda la superficie del planeta, ya que se sufrían temperaturas de -50ºC, llegando a congelarse el agua de los océanos hasta un kilómetro de profundidad. La vida intentó refugiarse en los trópicos pero no había escapatoria, todo el planeta se transformó en una gran bola de nieve. La capa de hielo podría alcanzar los mil metros de espesor de media. Los seres vivos desaparecieron en sendas extinciones masivas. Ni siquiera el mundo oceánico pudo librarse de esta suerte. La fauna acuática intentó refugiarse en las profundidades, pero la ausencia de rayos de luz no permitió la fotosíntesis de las plantas marinas y del fitoplacton, principal eslabón de la cadena alimenticia, por lo que la fauna marina acabaría por desaparecer.

Hace 2200 millones de años la atmósfera tenía un color rojizo debido a la gran cantidad de metano, procedente del proceso alimenticio de unos pequeños seres conocidos como metanobacterias. El metano tiene un gran poder como gas de efecto invernadero, pero entonces ocurrió algo que cambiaría la historia de la Tierra para siempre… Aparecieron unos microbios conocidos como cianobacterias, las cuales expulsaban un gas muy tóxico. Contaminaron la atmósfera. El metano desapareció. Las temperaturas cayeron en picado. La gran mayoría de vida microoscópica, que únicamente vivía en los océanos, desapareció para siempre.

Ese gas fue el oxígeno, el que hoy nos da la vida y nuestra razón de ser. Las cianobacterias eran capaces de usar la luz solar para adquirir nutrientes, liberando en el proceso grandes cantidades de oxígeno, fenómeno conocido como fotosíntesis. El menor poder calórico del oxígeno provocó el descenso de las temperaturas que dio como fin a un planeta de hielo que duró decenas de millones de años.

Y de nuevo la vida se encuentra ante un desafío que pondrá a prueba su tenacidad, un planeta de hielo en el que aparentemente es imposible vivir. Aparentemente… Podéis seguir conociendo la historia de nuestro planeta en la siguiente parte.

Si deseáis saber más sobre el fenómeno Bola de nieve podéis visitar (en inglés): http://www.snowballearth.org/

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