Dentro del cine post neorrealista y abarcando cuestiones metateóricas se encuentra esta película del cineasta del siglo XX, Michelangelo Antonioni, que se estrenó en 1966; a la vez otros directores como Victorio de Sica, Fellini, Visconti o Rosellini rodaban cine realizado después de
Michelangelo Antonioni |
En ambos hay un misterio, algo que lleva a
una larga investigación por medio de la observación de múltiples detalles. Mirar las cosas hasta el agotamiento y por medio de la ampliación, término
importante, ampliar las fotografías en la pared. Sin embargo entre el relato
corto del argentino y la película existen diferencias como el surrealismo del
primero. Se considera blow up a esa ampliación que se hace en las fotografías,
que es necesaria para apreciar cosas que a simple vista no se ven. El fotógrafo
por medio de las fotografías que realizó descubre un asesinato. En la película
podemos apreciar el momento cultural por el que pasa el Londres de la época; un
canto a la moda, la modernidad sofisticada y la sexualidad. Pretendía encuadrar
socialmente y culturalmente esta trama para la película. Plasma la sociedad de
la época, el amor libre, alcohol y drogas, conciertos donde se rompen
guitarras… En definitiva plasma toda una cultura pop que se empezaba a
desarrollar en esta década, una revolución de nuevos artistas, publicistas,
estilistas, músicos, que formaban parte de este movimiento en Gran Bretaña. Se
ve que para Antonioni son importantes las imágenes en la narración que se
manifiestan en el colorido de las imágenes, la estética y escenarios pop art.
El proceso de Blow up, como ya hemos mencionado es una ampliación. A todo
esto el mismo Antonioni hacía una serie de cuadros, trabajaba en unas
cartulinas salpicando acuarela sobre el papel, para después ampliarlos. Es así
como a principios de los años setenta nace la serie de las “Montagne
Incantate”, cuadros saturados de color, que perfilan volúmenes abstractos y
tridimensionales. El director se identifica con el protagonista en cuanto a la
escena del descubrimiento del cadáver. Se muestra en la película el grado de
fidelidad que tienen las imágenes, si se corresponde o no con su referente en
la realidad, esto el gran problema contemporáneo de las imágenes. El gran color
aparece por ejemplo en los edificios de ciudad, con un rojo muy intenso.
El propio autor
explica su película así: “Cuando se utilizan ampliadoras [...] pueden verse
cosas que probablemente el ojo desnudo no sería capaz de captar [...]. El
fotógrafo de Blow Up, que no es un filósofo, quiere ver las cosas más de cerca.
Pero lo que sucede es que, al ampliarlas demasiado, el objeto se desintegra y
desaparece. Por lo tanto, hay un momento en que asimos la realidad, pero ese
momento pasa. Este es en parte el significado de Blow up”. Para Antonioni,
hacer una película es vivirla. Intenta recrear la realidad de una forma
abstracta. En otras de sus películas por ejemplo Antonioni creyó necesario
aprovechar el cine para trasmitir el vacío del alma, las personas sin rumbo y
con una vida angustiosa y decepcionante, como ocurre con la trilogía de la
“incomunicación”. En esta película a diferencia de sus otros trabajos las
relaciones que se encuentran son desde la persona a la realidad, y no desde la
persona a la otra persona.
El protagonista
del film, es un fotógrafo de éxito, excéntrico que combina el
mundillo de la calle con las sesiones fotográficas a modelos anoréxicas. Un día
en la vida de este peculiar fotógrafo, sin saber su nombre, nos hace ver su
incomodidad a estar todo el rato en un mismo lugar. Esto explica que vaya de
aquí para allá continuamente. Sin saber su nombre desde la película, ya que
después sabremos que el protagonista era llamado Thomas, sabremos por las
suposiciones de Doménech Font, que ve en ese nombre un homenaje implícito de
Antonioni a Maurice Blanchot y a su novela Thomas el Oscuro. Este ir y venir le
lleva hasta un parque, dejándose llevar y haciendo instantáneas a todo descubre
a una pareja, a la que fotografía también. La mujer acaba descubriéndole y le
pide que le entregue el rollo. Esto hace que el fotógrafo se interese por las
instantáneas. Nuestro protagonista intercambia el rollo original por otro, para
quedárselo y él, y descubre tras observar minuciosamente las fotografías a un
hombre armado acechando detrás de unos matorrales a la pareja. En otras
fotografías aparece un cuerpo, pudiéndose tratar de un cadáver. A todo esto, el
protagonista decide ir al sitio donde tomó las fotografías y comprobarlo, pero
las pruebas finalmente desaparecen.
Junto a esta
obsesión por los detalles, en torno a la escena del crimen, también tienen
lugar los enigmas de los conflictos amorosos. De repente, una escena idílica
como es la de la pareja en el parque pasándolo bien, se convierte en una escena
siniestra a causa del cadáver. La presencia también de escenas extrañas es importante,
como la del concierto, en la que todos escuchan atentos hasta la llegada del
protagonista, momento en el que un músico pierde el control y se revoluciona
toda la sala. Los gestos irracionales también tienen cabida en el film, con el
viaje del fotógrafo al anticuario llevándose una enorme hélice para nada. La
nada y la ausencia del vacío es un tema recurrente. Como también lo es el tema
del mirón, del Voyeur siempre presente en la fotografía y desde el punto de
vista del espectador, de corte sexual y lo que podemos ver en las escenas de
sexo entre personajes varios.
Pero el tema
principal de la película es ver o no el valor real de las cosas. Blow up no es
una película pesimista, más bien es al revés; el fotógrafo nunca para de
aprender algo nuevo. El fotógrafo decide dejar a un lado todo lo que sabe sobre
el crimen para seguir con su vida. Tiene un desenlace subjetivo y abstracto. El
partido de tenis al que Thomas asiste primero como espectador ofrece la clave
de las ampliaciones de forma obsesiva. Thomas observa cómo los personajes con
la cara pintada que aparecían al principio de la película juegan al tenis sin
raquetas ni pelotas. Esto nos hace ver que el cuerpo inerte que descubrió
quizás no sea real, todo está en la imaginación. Quizás vivimos en ese mundo de
sombras como decía Platón, tras las que se esconden una realidad. Por eso el
mismo protagonista al final de la escena desaparece como por arte de magia.
¿Imaginación?
Es una película
arriesgada en su momento ya que en la década del estreno en los años sesenta,
no se veían desnudos en las películas o escenas de sexo, situación que en la
película de Antonioni se aprecia en varias ocasiones. Como por ejemplo en la
escena de la orgía con las dos muchachas, escenas extrañas y violentas de ver
donde al final se nos muestra un protagonista triunfante, con las dos chicas
cada una a uno de sus pies. Se muestra en el erotismo con el que la mujer se
desnuda y ofrece su cuerpo a cambio del carrete a la mitad de la película, y en
las escenas sexuales. En algunas escenas de la película se aprecia como la
utilización de la mujer como objeto es tema recurrente, ya que las formas de
obtener lo que ellas quieren es seduciendo y haciendo favores sexuales al
hombre.
The Yardbirds |
Sin embargo no
es una película erótica. En estas escenas aparece la top model Veruschka, todo
un icono del la moda. Cabe mencionar la aparición de "The
Yardbirds" con su actuación en la película formado por Jimy Page, Eric
Clapton y Jeff Beck en el comienzo de su carrera, interpretando el tema “Stroll
on”. Para el papel principal, el de Thomas escogió a David Hemmings. Buscaba a
alguien no muy conocido, joven y tampoco quería involucrar mucho a los actores
en su obra, ya que así interpretarían con mayor naturalidad el papel. También
interpretarán papeles importantes las actrices Vanessa Redgrave y Sarah Miles. Esta
vanguardista película se completa además de la labor del director, los actores
principales y el mensaje que trasmite, en la banda sonora. La música también es
importante y la utilizada se complementa a la perfección con el resto de la
película. De la banda sonora se encargó el compositor Herbie Hancock.
Roland Barthes escribió sobre Antonioni en 1980 un texto llamado “Cher
Antonioni”, en el cual elogiaba el punto de vista que tenía el director del
mundo como artista. En él Barthes hace un resumen de los elementos esenciales
de la modernidad de Antonioni: “Muchos toman lo moderno como una bandera de
combate contra el viejo mundo, contra sus valores comprometidos; para usted, lo
moderno no es el término estático de una fácil oposición; lo moderno es, por el
contrario, una dificultad activa para poder seguir los cambios del tiempo, no
sólo en el nivel de la gran historia, sino en el interior de esa pequeña
historia de la que la existencia de cada uno de nosotros constituye la medida”.
Antonioni nos coloca imágenes perfectas para afrontar la ausencia de la
palabra.
Blow up fue
criticada por algunos, la tachaban de aburrida, interminable y demás, sin
embargo para otros es una gran película premiada con distintos galardones como
con la Palma de
Oro en el festival de Cannes y también nominaciones en los Globos de Oro,
Oscars y premios BAFTA. El propio Antonioni consideraba la película aburrida,
al igual que lo es la vida misma. Dentro de las malas críticas, Carlos Boyero
en el diario El Mundo, dirá simplemente que la película es “insoportable”. Casi
todas las escenas tienen una larga duración, como la dura observación de las
instantáneas al principio o la eterna escena final del partido de tenis
imaginario, pero con ello lo que pretende Antonioni es alterar la realidad.
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